Por: John Alfredo González Gallo

Columnista.

Hace pocos días subí a la montaña, honré su belleza y agradecí a la divinidad por tan hermoso regalo. Después de un largo caminar, un gran amigo en la compañía, optimismo y el silencio puro de la inmensidad, llegó a mi cabeza la historia que en este día les quiero contar.

Fue para mí imposible en este momento no pensar en una analogía para describir y hoy escribir lo que estaba sintiendo en ese momento tan especial.

Solo pude encontrar algunas razones que me hicieron cumplir con mi objetivo en esta travesía y así compararlas con los momentos más simples que vivimos día a día para vivir en armonía.

Difícil hacerlo en un momento como estos para un mundo lleno de caos, desesperación, supervivencia e indiferencia, un momento de incertidumbre por la pandemia, de dolor, angustia y ansiedad.

Por este motivo me atreví a escribir este mensaje que puede llegar a muchos, para que no pierdan la esperanza en un mundo que puede ser mucho mejor. Y he aquí mis 4 razones para salir de esta pandemia más fortalecido que nunca:

  1. Madrugar y abrigarse bien: No dejes tus propósitos para después, madrúgale a la vida, inicia tus mañanas con fe y optimismo, siempre vendrá un momento mejor. Abrígate con abrazos de tu madre, de tu padre, de tu hijo, de tu abuela, de la gente que te quiere, te valora y te respeta, créeme, son más de los que tú crees así no los sientas cerca.
  2. Caminar seguro, firme y con un paso constante: Camina con la mirada en alto, ignora los malos comentarios, a las personas convenientes, arrogantes y que te han fallado. No permitas que nadie te subestime y confía en la luz que hay en tu alma, ella iluminará tu camino. Recuerda: “El truco es volverse fuerte de corazón sin perder la ternura del alma” Julio Cortázar.
  3. Comer bocadillos e hidratarse bien: Como bien sabes, un bocadillo es una pequeña comida que te alimenta varias veces del día, pues entonces, aliméntate bien constantemente con pequeños bocadillos de amor: da las gracias, pide permiso, respeta la fila, ayuda en tu casa, dile algo bonito a alguien, haz bien tu trabajo, ayuda a otras personas a brillar, deja de envidiar y sobre todo se leal con los que lo merecen. Hidrátate con buenos pensamientos, disciplina, lucha siempre por todo lo que es bueno para ti, sonríe al que hablo mal de ti, se amable, haz un favor sin esperar nada a cambio y valora los logros de las otras personas. Recuerda que no a todo el mundo le agradarás, pero siempre debes dar lo que eres y eso es lo más importante.
  4. Disfrutar del camino, respirar y agradecer: Has caminado y lo seguirás haciendo, eres rico en experiencias, sigue adelante con valentía y coraje. Respira y vuelve a empezar, eso es digno de admirar. Agradece, no importa en quien creas, la bondad divina sabrá escuchar tu oración y llegarás a la cima.

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