La banda era liderada por una mujer y actuaban con entregas a domicilio que camuflaban en pedidos de frutas, desayunos e incluso almuerzos.
El modo de operación incluía menores de edad para transportar los estupefacientes nos sólo en la zona urbana de Neira, sino en veredas aledañas al casco urbano y otras localidades como Filadelfia.
La investigación que duró varios meses contó con interceptaciones telefónicas y personal infiltrado que permitió identificar uno a uno a los 9 capturados y hoy cobijados con medida de aseguramiento intramural.